"Como un tizón encendido ardiendo dentro mi sangre, tu sombra viene conmigo y no la puedo arrancar. Te llevo por los caminos como un abrojo prendido, prendido a mi caminar, te llevo por los caminos como un abrojo prendido, prendido a mi guitarrear" (Zamba de Amor en Vuelo, Tamara Castro).
La zamba, flor en la piel, es una de las danzas más distintivas y características del país. Su esencia se remonta al Alto Perú de la mano de la Zamacueca. Realizó su viaje desembarcando en Argentina donde se transformó en cuecas y zambas.
Danza de galanteo, compañerismo y amor, entreteje el sentimiento de un pueblo con el amor a las tradiciones, costumbres y creencias de una cultura en particular.
La zamba, viajera del alma, se adueña de cada persona forjando un tizón encendido que palpita al ritmo del corazón. Cuatro tiempos y dos pasos te enfrentan a tu compañero, miradas van miradas vienen, un juego de conquistas donde el pañuelo es aquel hilo rojo que conecta los corazones.
Hoy 29 de septiembre, se celebra el Día Nacional de la Zamba en homenaje al natalicio de uno de los "padres del folklore", Gustavo "Cuchi" Leguizamón.
Rezabailes llenos de polvaredas, pañuelos al viento, sonrisas teñidas de cariño. La zamba busca el olvido, dejando de lado las tristezas y dando paso a la expresión en el más puro sentimiento por el folklore. Noches de embrujo y leyendas, noches para enamorar.
Comentarios
Publicar un comentario